Del vestido de Chanel al caqui del penal

Francisco Garfias

“¿Te imaginas llegar de caqui al penal de Santa Martha Acatitla, después de vestir Chanel comprado en Neiman Marcus?”, preguntó Emilio Gamboa al grupo de personas que lo rodeaban.
El senador del PRI no se burlaba ni ironizaba con la caída de Elba Esther Gordillo.
Su tono era sincero. Mezclaba angustia, compasión, pesar por la otrora poderosa sindicalista. Ella se creyó intocable, pero en lo que bajó de su avión privado pasó del glamour y la soberbia de la que todo puede, a la humillación de una cárcel de mujeres.


El legislador priista, por cierto, fue de los primeros que se acercaron a la senadora del Panal, Mónica Arriola Gordillo, hija de La Maestra, para manifestarle su solidaridad. La abrazó, la tomó de la mano. Le dijo algunas palabras de aliento y se retiró.
El panista Ernesto Cordero y el perredista Miguel Barbosa no se quedaron atrás
■La hija de La Maestra no se arredró. Tuvo el valor de asistir a la sesión de la Cámara alta y subir a la tribuna en medio del dolor y la tristeza que le produce ver a su madre tras las rejas y acusada de delitos graves, que impiden que salga libre bajo fianza.
La senadora del Panal, conforme a lo anunciado, subió a presentar una iniciativa de reformas a la Ley de Salud para prevenir la transmisión materno-infantil del sida o la sífilis. Se le veía triste, pero no perdió figura. Desde el miércoles anunció que seguiría con su trabajo legislativo. Sólo pidió que no se exacerbara políticamente el caso de su madre. La serenidad andando, pues. Lo único que rompió con tanta civilidad es el mensaje que aparece en el avatar de su BBM. “No pasa nada y si pasa nos la rifamos…”.
■El que de plano no da la cara es el senador Carlos Romero Deschamps. El líder del sindicato petrolero no se ha parado por la Cámara alta en los dos últimos días. Argumenta asuntos del STPRM para justificar sus faltas.
Romero, junto con Elba, representa eso que una voz ligada a los políticos mexiquenses que acompañan a Peña llama “los todopoderosos caciques sindicales”. La sociedad los detesta con razón. Viven como sultanes a costillas de los trabajadores y maestros que dicen representar.
El que sí dio la cara fue Joel Ayala, líder de la FSTSE. Hasta rueda de prensa dio.
■El titular de Hacienda, Luis Videgaray, ya levantó la mano. La secretaría que encabeza sí presentó denuncia contra Elba Esther Gordillo por utilizar recursos de procedencia ilícita. Lo hizo saber en un comunicado. Nada de que fue sólo la PGR, como sugirió el abogado de la dirigente sindical, Arturo Germán Rangel.
Videgaray es pieza fundamental en la “hoja de ruta” que el Presidente de la República marcó en su discurso del 1 de diciembre de 2012, nos dijo la voz ligada al grupo político mexiquense.
Esa “hoja de ruta” tiene que ver no sólo con el restablecimiento de un presidencialismo fuerte, en el marco del respeto a la ley, sino también con la demolición de las estructuras heredadas del antiguo régimen priista, que el panismo conservó. “Uno de los pilares de ese viejo régimen son los todopoderosos caciques sindicales”, precisó. No se necesita ser muy sagaz para deducir que en esa “ruta” hay todavía muchas curvas —más peligrosas que La Pera— y que para llegar al mencionado destino se requiere de perseverancia, dientes y valor.
■La voz nos dijo también que se le mandaron múltiples mensajes que la profesora no quiso escuchar “en su soberbia”. La sindicalista pidió la SEP para su yerno, Fernando González. No sólo la mandaron a volar, sino que nombraron a Emilio Chuayffet, uno de sus peores enemigos, al frente de esa secretaría.
Otro mensaje fue la reforma educativa, que se colocó como prioridad en el Pacto por México que el Presidente empuja con el apoyo de los dirigentes de los principales partidos políticos. Elba tampoco lo entendió y hasta se declaró en resistencia contra la inclusión en la ley de la palabra “permanencia” que, según ella, trastoca las conquistas de los maestros.
Hizo también oídos sordos al mensaje que venía implícito en la ruptura de la alianza nacional entre el PRI y el Panal “por órdenes de arriba…”
Por cierto que la abortada alianza con el Panal atizó el añejo pleito entre los “paisanos mexiquenses” César Camacho y Emilio Chuayffet. Peor aún. El actual presidente del PRI quería irse a la Secretaría de Educación que hoy ocupa su detestado adversario interno.
■Una de las interrogantes de la caída de Elba es el futuro electoral del Partido Nueva Alianza.
Apenas el pasado 7 de febrero, el dirigente del PRI declaraba: “Hemos mantenido una relación fluida con el Panal. En algunos estados, como Tamaulipas o Veracruz, estamos haciendo alianzas de cara a las elecciones. Esto no significa que una alianza sea idéntica en los 14 estados que tendrán elecciones…”
Por lo visto no tenía ni idea de lo que se venía.