19 marzo, 2012

Tropas estadounidenses hacen frente a las consecuencias de Rápido y Furioso

Se reporta refuerzo militar estadounidense en la frontera luego de años de flujo de armas aprobado por ATF

Por Bill Conroy

Las tropas estadounidenses desplegadas en la frontera EEUU / México la semana pasada, pueden estar ahí, en parte, para hacer frente al problema generado por la operación Rápido y Furioso de ATF.
La semana pasada, la reportera veterana en la frontera Diana Washington Valdez, de El Paso Times informó que “soldados en activo” de Fort Bliss, justo al norte de El Paso, Texas, se han desplegado para apoyar a la Patrulla Fronteriza de EEUU en la región fronteriza de los estados de Arizona y Nuevo México.


Tosh Plumlee, un veterano agente de la CIA, que ha supervisado activamente la región fronteriza de Nuevo México desde hace años, también confirma que al menos una media docena de furgonetas del gobierno repletas de soldados estadounidenses fueron vistas en los últimos días en una carretera que conduce a Columbus, NM, que está a unos 4.5 km al otro lado de la frontera de Palomas, México -un semillero de actividad de tráfico de armas y de drogas en los últimos años.
Plumlee dice que el despliegue probablemente se trate de una operación conjunta entre militares mexicanos y estadounidenses que ha estado activa desde al menos 2009. A mediados de 2010, Narco News reportó sobre algunas de las actividades de esa operación conjunta, incluido el hecho de que pequeños grupos de soldados de operaciones especiales de Estados Unidos operaban en el lado mexicano de la frontera, junto con el ejército mexicano.
Sin embargo, ni Plumlee, ni el reportaje de El Paso Times, arroja alguna luz definitiva sobre la naturaleza precisa del reciente despliegue de tropas estadounidense a lo largo de la frontera, específicamente en el área de Columbus. Sin embargo, Plumlee anteriormente dijo a Narco News que han habido numerosos informes de supuestos cargamentos de armas ocultas en el desolado paisaje de los alrededores de Columbus y Palomas -cerca de sitios como la montaña Guzmán y la colina de El Coyote, al este de Columbus. De hecho, hace unos días, en la tarde del 16 de febrero, Plumlee dijo que estaba viajando a lo largo de la frontera cerca de Columbus cuando se encontró con los ecos de un tiroteo al otro lado de la frontera. Plumlee agrega, que no está claro quién participó en el tiroteo pero lo cierto es, dice, que había balas reales rasgando el aire. Esa tarde, grabó su experiencia, proporcionando cada momento de la acción -la grabación se puede encontrar en este enlace.
[Es una cinta de baja calidad con mucha estática y con ruido en el fondo, así que hay que escuchar atentamente para captar la voz de Plumlee y los ecos de bala.]
“A lo largo de la torre del vigía”
La operación encubierta conocida como Rápido y Furioso, permitió el libre flujo de armas a través de las fronteras de Arizona y Nuevo México a las manos de la poderosa organización narcotraficante mexicana de Sinaloa, la cual ha estado involucrada en una guerra sangrienta con la organización narcotraficante de Ciudad Juárez de Vicente Carrillo Fuentes (VCF) por el control de una lucrativa ruta de contrabando de drogas y de armas que corta el peligroso camino que bordea la ciudad mexicana de Palomas y su ciudad hermana en EEUU Columbus.
La operación aprobada por ATF (la Oficina de de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos) Rápido y Furioso, y sus precedentes en el gobierno de Bush (una llamada Receptor Abierto, lanzada en 2006), ya sea por diseño o no, en esencia parece armar a un enemigo (el cártel de Sinaloa) para luchar contra otro enemigo (el VCF), y en el proceso, una gran cantidad de personas inocentes, así como combatientes en la guerra, se han visto atrapados en el medio- muchos muertos debido a las batallas libradas en las rutas del contrabando para asegurar el control del mercado negro que se expande en ambos lados de la línea invisible que llamamos frontera.
Al parecer, los militares de EEUU han sido llevados a esa batalla, si los reportes de El Paso Times y Plumlee están en lo cierto. Las tropas podrían estar empleadas en buscar y destruir escondites de armas, o proporcionar una capa adicional de seguridad en una guerra contra las drogas cada vez más trasnacional, o posiblemente en la realización de operaciones conjuntas con el ejército mexicano en un tipo de compresión para cerrar el contrabando de la ruta Columbus – Palomas y otras conexiones similares. Sin embargo, la verdad es que probablemente nadie fuera de la cadena de mando de la operación militar realmente sabe, o sabrá nunca, la verdadera naturaleza de la misión.
Pero una cosa parece clara: Los miles de rifles de asalto y pistolas trasladadas a la región fronteriza como consecuencia de la fallida estrategias deATF probablemente estén jugando algún papel en intensificar la llegada de la caballería estadounidense – en este caso, al parecer, en operaciones militares especiales.
El lado estadounidense
La operación Rápido y Furioso de ATF llegó a los reflectores nacionales a principios de 2011, con el foco en la frontera de Arizona, donde la operación supuestamente se llevó a cabo- una investigación en curso del Congreo ha encontrado que las armas llegaron al “Cártel” de Sinaloa, encabezado por Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera e Ismael Zambada García.
Sin embargo, un agente de la ATF, quien pidió no ser identificado, dijo recientemente a Narco News que las tácticas de “pasos de armas” (permitiendo que se compren armas y se pasen a México sin el impedimento de las fuerzas del orden) que fueron empleadas en Rápido y Furioso también se extienden a la frontera de Nuevo México como parte de la operación. La operación en Nuevo México también permitió que cientos de armas de Estados Unidos (posiblemente más) fueran pasadas de contrabando a través de la frontera de EEUU-con el supuesto objetivo de identificar a los altos mandos de las organizaciones narcotraficantes mexicanas que compraban las armas ilícitas.
“Todo Nuevo México está cubierto por la División de Campo de la ATF en Phoenix ” el agente de la ATF dice. “El caso de Columbus [Nuevo México] no era nada nuevo o diferente. Comenzó como una parte de Rápido y Furioso, luego fue cortada, se le dio un número de caso diferente, y dirigida por uno de los grupos [ATF] de Nuevo México grupos que emplean las mismas tácticas [de paso de armas].”
Los hechos del tráfico de armas en Columbus, NM, a principios de 2011 – que dio lugar a la acusación de unas 14 personas, entre ellas el alcalde y el jefe de la policía de Columbus- parecen dar credibilidad a las afirmaciones del agente de la ATF.
Ya en 2009, la Associated Press publicó una historia acerca de Columbus con el siguiente encabezado: “Los contrabandistas de drogas que supuestamente se mueven a la ciudad de NM: La policía dice que el dinero de los traficantes mexicanos acelera la economía local”
Irónicamente, una de las personas citadas en ese artículo de la AP diciendo que planeaba mano dura contra el crimen era el jefe de policía de Columbus Angelo Vega, quien se declaró culpable el año pasado junto con otros 11 habitantes del área de Columbus (un grupo que incluye también al alcalde y un administrador del pueblo) por cargos de armas de fuego. Los miembros de la banda fueron acusados en marzo de 2011 en la estela de una investigación, liderada por la ATF, que comenzó en enero de 2010 -cerca de tres meses después de que Rápido y Furioso fuera lanzado de la división de ATF en Phoenix.
También Plumlee, en 2009, estaba haciendo públicas sus preocupaciones acerca de la actividad ilegal en Columbus. En mayo de ese año, Plumlee, que voló numerosas misiones como piloto contratista con la CIA durante la época Irán-Contra, como se evidencia en el testimonio y cartas ante el Congreso, dijo a Narco News que Columbus se había convertido en un paraíso para los traficantes de droga y armas.
Plumlee sostiene (y Narco News informó en su momento) que los agentes de la Patrulla Fronteriza estacionados en la zona también lo sabían e hicieron saber sus preocupaciones a la ATF -específicamente relacionados con dos casas en Columbus sospechosas de ser utilizadas por los narcotraficantes como depósito de armas. Sin embargo, no fue hasta enero de 2010, casi un año después, que la ATF inició oficialmente su investigación sobre la actividad de tráfico de armas en Columbus.
Del anuncio de ATF en el auto de procesamiento en Columbus:
La acusación formal alega que, entre enero de 2010 y marzo de 2011, los acusados participaron en una conspiración para adquirir armas de fuego para la exportación ilegal a México. Durante este período de 14 meses, los acusados presuntamente compraron cerca de 200 armas de fuego …
El comunicado de prensa ATF también deja claro que sólo unas 40 de esas 200 o más armas fueron recuperadas por el organismo.
Más del comunicado de ATF emitido en el momento de la acusación de tráfico de armas del grupo de Columbus:
La acusación alega que doce armas de fuego previamente adquiridas por los acusados fueron encontradas más tarde en México y fueron rastreadas hasta los acusados. Como parte de la investigación, no se escatimaron esfuerzos para apoderarse de las armas de fuego de los acusados para evitar que entraran a México, y con conocimiento previo no se permitió el paso de armas por la frontera.
A pesar de la afirmación de ATF que “no se permitió el paso de armas por la frontera” hay, hasta la fecha, de acuerdo a los escritos judiciales, un total de al menos 15 armas de fuego (tres más que en el comunicado de prensa de ATF) que han sido recuperadas en México y están relacionadas con el contrabando de armas de fuego de Columbus. Y aún más preocupante, según documentos judiciales, es el hecho de que seis de las 15 armas fueron descubiertas en la escena del crimen en México, donde fueron asesinadas un total de cinco víctimas en Palomas y tres más en Ciudad Juárez -la capital del asesinato de la guerra contra las drogas. En México, con sólo seis armas de contrabando se suman ocho homicidios, de unas 150 o más armas como parte de la investigación de Columbus.
Y en al menos uno de esos asesinatos, los alegatos de la corte muestran, se llevó a cabo supuestamente con un arma (un rifle AK-47) comprado por uno de los del grupo de Columbus en julio de 2010 -unos seis meses después de la ATF, inició su investigación. El arma fue pasada de contrabando a México, donde fue recuperada en la escena del asesinato en Palomas, en febrero de 2011 -un mes antes de la acusación de Columbus y unos 13 meses después de que ATF abrió la investigación (una indicación, al parecer, de que a las armas se les permitió cruzar la frontera como parte de la operación, al igual que en Rápido y Furioso).
Plumlee también sostiene que en el otoño de 2010 los miembros de la fuerza de tarea militar de EEUU operan a lo largo de la frontera con México (y estacionados en Fort Bliss) enviaron una carta al Departamento de Justicia y el Departamento de Estado de EEUU preguntando si había algún tipo de operación encubierta debido a la gran cantidad de armas de Estados Unidos que se movían a través de la frontera a México, aparentemente sin obstáculos. Plumlee dice que el grupo de trabajo no recibió ninguna respuesta a esa carta.
Al parecer, los miembros del Congreso que investigan ahora la debacle de Rápido y Furioso tenían alguna razón para creer que los militares de EEUU tenían conocimiento de la operación. En septiembre del año pasado, una carta firmada conjuntamente por el senador Charles Grassley y el congresista Darrell Issa, y dirigida al comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta del Norte en Fort Bliss, decía lo siguiente:
Durante más de seis meses, hemos estado investigando un caso llevado a cabo por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF) llamada Operación Rápido y Furioso. De acuerdo con varios agentes, el liderazgo de ATF animó a que los traficantes de armas participaran en la venta de múltiples armas semiautomáticas a personas sospechosas de comprar ilegalmente armas para los cárteles de droga mexicanos. Entendemos que la Fuerza de Tarea Conjunta Norte (JTF North, por sus siglas en inglés) es una organización de tarea del Departamento de Defensa (DOD), encargada de apoyar a las agencias federales de aplicación de la ley en la identificación e interceptación de amenazas sospechosas a lo largo de los accesos al territorio continental de los Estados Unidos. Por otra parte, entendemos que la Fuerza de Tarea Conjunta del Norte podría haber estado al tanto de las operaciones de la Operación Rápido y Furioso … u operaciones similares involucrando la participación de otros organismos en los que las armas pueden haber sido trasladadas al sur de la frontera.
El comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta del Norte en Fort Bliss respondió el 11 de octubre de 2011:
Hemos llevado a cabo y completado una búsqueda diligente de todos los documentos en posesión de este comando, bajo custodia y control, que podrían contener documentos de respuesta. No se encontraron documentos relacionados con la planificación o la ejecución de la Operación Rápido y Furioso.
Plumlee explica la falta de documentación, señalando que la fuerza de tareas de operaciones especiales en México y en la región fronteriza en el momento bien pudo haber sido asignada a Fort Bliss, por razones tácticas, pero que su comando pudo haber estado en otra parte, además de que era una probable operación encubierta, “por lo que el comandante de (Fort Bliss) no tenía detalles de la carta” enviada por los miembros del grupo de trabajo.
Si ese es el caso, no es solo la incidencia la cubierta que oculta la verdad de la guerra contra las drogas.
El lado mexicano
Narco News está en contacto con una fuente que está escondida en algún lugar de los Estados Unidos con un precio sobre su cabeza al haber quedado en conflicto con la organización narcotraficante de VCF. Esta fuente era un trabajador que ayudó a cargar y llevar cargas de marihuana en Chihuahua, México -el estado donde se encuentra Ciudad Juárez.
La fuente estuvo activo en el negocio hasta el año 2004, un período durante el cual dice que VCF y la organización de Sinaloa cooperaba entre sí, a cambio de una tajada de las ganancias al mover drogas a lo largo de las rutas de “comercio” establecidas. Él afirma que las organizaciones cayeron en un importante baño de sangre después de ese período, y que fue agravado aún más por la declaración de guerra del presidente mexicano Felipe Calderón a los “cárteles” a finales de 2006.
“Felipe Calderón arruinó todo”, dice la fuente. “Empezó la guerra a los cárteles y eso es lo que obtuvo. Y él siempre está diciendo que todo está funcionando; no está haciendo ni madres. Está cada vez peor.”
A principios de la década del 2000, esta fuente afirma que trabajó para una célula de VCF (la organización de Juárez) que llevaba las drogas de un rancho en el interior de Chihuahua hacia Ciudad Juárez y Palomas – la ciudad hermana de Columbus, NM.
En ese momento, el jefe inmediato de la fuente, según él, era un individuo que entonces tenía unos 20 años de edad llamado José Antonio Torres Marrufo – que a su vez presuntamente trabajaba para un capo de VCF llamado Pedro Sánchez Arras, cuya casa base estaba en Villa Ahumada, Chihuahua (un pequeño pueblo mexicano a unos 120 kilómetros al sur de Ciudad Juárez). Marrufo está acusado en los EEUU con cargos por tráfico de drogas y armas.
El 13 de mayo de 2008, soldados mexicanos detuvieron a Sánchez. Cuatro días más tarde, un grupo de hombres armados invadió Villa Ahumada y asesinó a media docena de personas y desapareció a otras 10, según informes de prensa.
La fuente afirma que sus contactos le dijeron que Marrufo, quien en algún momento alrededor de 2003 ó 2004 cambió de bando y se fue a trabajar a tiempo completo para la organización de Sinaloa, fue una figura clave detrás de la masacre en Villa Ahumada ese día.
De la fuente:
Algunas personas de Villa Ahumada lo vieron (a Marrufo) ese día, y conocía a toda la gente que estaba trabajando para (VCF) y es por eso que Marrufo fue allí, porque sabe donde todos [los que trabajan para VCF] viven y conoce a todas las familias de todos ahí. Es por eso que [la organización de Sinaloa] lo envió, para hacerse cargo de las personas en Villa Ahumada, la gente que estaba trabajando para Vicente [VCF], y él [Marrufo] trabajaba para El Chapo [la organización de Sinaloa], así que ese día fue ahí y mató a algunas personas.
A principios de mes, la policía federal mexicana detuvo a Marrufo, quien fue descrito por el gobierno mexicano como un actor importante en la organización de Sinaloa.
El año pasado, en abril, la policía mexicana allanó una casa de Juárez presuntamente propiedad de Marrufo (que no estaba allí en ese momento) y descubrió un depósito de armas de alto poder, 40 de las cuales se remontan a la venta de armas realizada a través de la operación de ATF Rápido y Furioso, según reportes de prensa de la época.
Por lo que parece, suponiendo que los informes de noticias y de la fuente de Narco News son exactos, la operación Rápido y Furioso estaba ayudando a que la organización de Sinaloa consiguiera mejor armamento en su batalla con el VCF por las rutas de la droga en la región de Juárez / Palomas / Columbus.
La fuente proporcionó una visión un poco más en la naturaleza de esa ruta de la droga en particular -uno de las muchos que sin duda está en juego a lo largo de los 2.000 kilómetros de la frontera de México con los EEUU.
La información proporcionada por la fuente se remonta a 2003/2004, aunque sin lugar a dudas la ruta se mantiene activa, a juzgar por la agitación actual en Ciudad Juárez, Columbus y Palomas. En su momento fue una operación VCF aunque parece que la organización de Sinaloa ha recorrido un largo camino en los últimos años, al parecer con la ayuda de operaciones como Rápido y Furioso y otras similares de la era Bush, como Receptor Abierto, para arrebatar el control de la ruta Juárez / Palomas / Columbus a VFC.
De la fuente:
Marrufo fue el encargado de …Villa Ahumada [para VCF]; bueno, en realidad era Pedro Sánchez y Marrufo fue el segundo … Villa Ahumada, ahí es donde todos la droga se detiene [en esa área] y de ahí cruza a Ciudad Juárez, ya sabes. Así que la transportan por la noche por el desierto. Las llaman las brechas, donde pasan todas las drogas. ... Desde Villa Ahumada a ese rancho, son unos 20 o 25 kilómetros o algo así. Está dentro de la frontera, el rancho. La gente que está trayendo cargas de drogas ahí, llega en estos remolques grandes de Zacatecas y Sinaloa y de todo México… Nos llaman y por la noche … así que nos fuimos al rancho … cuando Marrufo dice que va a mantener algunas cosas ahí y [dijo] que lo que veamos, tú sabes, no digamos nada, porque si abrimos la boca, nos matan. Todo lo que vean, quédatelo para ti; no vayas a decirle a nadie, porque te mataremos.
Así que estos grandes trailers llegaron ahí; [el primero] tenía como 4 toneladas de marihuana. Y otro, ese mismo día, más tarde, y tenía como 7 toneladas más, y había grandes palles de drogas ahí ese día. Fue entonces cuando xxx y xxx enviaron como 22 o 23 camiones más pequeños para cargar todas las drogas [de los trailers] para llevarlas a Juárez. Nosotros les ayudamos a cargar las drogas [en los camiones más pequeños]. ... Fue en medio de la noche cuando se llevaron todos las drogas a Juárez. Y tenían a la policía estatal [mexicana] esperando por ellos en Ciudad Juárez para mantenerlos a salvo en las calles de la ciudad.
Tenían animales en la parte superior de los camiones [los semirremolques] y drogas escondidos en la cama de los camiones. Este rancho era para animales, al igual que una granja grande, para el transporte de animales a los EEUU. Este tipo estaba en ese negocio, y tenía un montón de animales en el rancho para eso. Así que los animales estaban en los remolques y descargamos los animales y luego con un soplete abrimos la cama del remolque y [la carga útil marihuana se junta] con cables grandes y gruesos, y conectan un tractor para tirar de los cables y luego caen todos los paquetes. Cada paquete era como de 25 kilos; eran grandes. Ese día había tres camiones. A veces eran dos veces al mes [las entregas].
Bueno se llevaron [algo de] las drogas … xxx tenía a su gente en Palomas [México, a través de la frontera de Columbus, NM], por lo que la llevaron ahí.
Un día xxx y yo fuimos ahí [Palomas] siguiendo a estos tipos de Juárez.
Tenían una casa y dijeron que los policías les llamaron para mover las drogas, porque alguien vio que movían drogas en esa casa [en Juárez]. Así que fuimos a la casa [en Juárez] cargamos unos camiones y los seguimos a Palomas, y nos fuimos a esta casa [en Palomas] y entramos, y estos tipos comenzaron a revisar todos los paquetes y empezaron a cargarlos, y esa misma noche pasaron la frontera con ellos.
... Ellos llevaban casi todo a Palomas en ese momento en que yo estaba ahí [en el rancho]. Y es en carros y camiones … Pasan por ahí [Palomas] y tienen este tipo que trabaja para ellos para llevar las drogas a todos los estados donde se supone que deben llevarlas. [Así que, básicamente, es otra operación de distribución en el lado de los EEUU.]
Dado el aparente papel desempeñado por las agencias de los Estados Unidos, ya sea por diseño o no, al empoderar a la organización de Sinaloa a través de la entrega de armamento, no debe ser visto como una pequeña coincidencia que Jesús Vicente Zambada Niebla, hijo del mandamás de la organización de Sinaloa Ismael Zambada, haga ahora declaraciones sorprendentes sobre la existencia de un pacto mutuo entre agencias estadounidenses y el liderazgo de Sinaloa.
Zambada Niebla está sentado ahora en una cárcel en el área de Detroit, en espera de juicio en Chicago por cargos de narcotráfico -un caso en el que los fiscales estadounidenses están buscando tapar pruebas mediante la invocación de la seguridad nacional.
Zambada Niebla, quien fue extraditado a los EEUU desde México en febrero de 2010, plantea la debacle de Rápido y Furioso en sus declaraciones, argumentando, en esencia, que la operación es la prueba del acuerdo de cooperación del gobierno de EEUU con el liderazgo del “Cártel” de Sinaloa.
Como resultado de la operación Rápido y Furioso, los escritos Zambada Niebla afirman que “tres mil personas” en México fueron asesinadas”, incluyendo agentes del orden público en el estado de Sinaloa, México, sede del cártel de Sinaloa.”
Entre los que recibieron armas a través de la operación fallida de ATF, la declaración continúa, están informantes de la DEA y el FBI que trabajan para organizaciones de la droga, incluyendo los jefes de esos grupos.
“La evidencia parece indicar que el Departamento de Justicia no sólo permitió a los delincuentes el contrabando armas, sino que el dinero de los contribuyentes en la forma de pago a los informantes, pudo haber financiado a quienes se dedican a estas actividades”, mencionan los alegatos. “... Es evidente que a algunas de las armas se les permitió deliberadamente el paso por el FBI y otros representantes del gobierno para terminar en las manos del cártel de Sinaloa y que entre las personas asesinadas por esas armas estén agentes de la ley.
“... El señor Zambada Niebla considera que la documentación que se solicita [del gobierno de EE.UU.] confirmará que las armas recibidas por los miembros del cártel de Sinaloa y sus líderes en la Operación ‘Rápido y Furioso’ fueron proporcionadas conforme al acuerdo celebrado entre el gobierno de los Estados Unidos y el señor Loya Castro [abogado de la organización de Sinaloa], en nombre del cártel de Sinaloa…”
Los fiscales estadounidenses, por supuesto, niegan que exista pacto alguno entre el de “Cártel” de Sinaloa y el gobierno de los Estados Unidos.
Sin embargo, la evidencia disponible parece indicar que desde 2006 (remontándose a la administración Bush, y a la par con la toma de posesión del Presidente Calderón y su declaración de “guerra” a los cárteles), la estrategia del paso de armas empleada por ATF, e ignorada o tolerada por otras agencias políticos estadounidenses de ambos partidos hasta hace poco, parece haber recorrido un largo camino en la inclinación de una balanza siempre cambiante de la guerra contra las drogas -por ahora.
Sin embargo, también parece claro que, mientras nuestros gobernantes insisten en imponer la prohibición de un negocio multimillonario que es alimentado por la demanda de consumo en EEUU, y haciéndolo por medio de una llamada guerra contra las drogas, el saldo se inclinará siempre a favor de la miseria y la muerte, porque siempre habrá el oro, las “brechas” y las balas suficientes para mantener la guerra en marcha.

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