23 febrero, 2012

Una cadena de atentados deja al menos 60 muertos en Irak


Vehículos destrozados tras una de las explosiones en Bagdad. / SABAH ARAR (AFP)
Una cadena de atentados en Irak, la mayoría en la capital, Bagdad, ha dejado al menos 60 muertos y decenas de personas heridas este jueves. Un coche bomba ha matado por lo menos a nueve personas y ha herido a 27 en el céntrico y comercial barrio de Karrada. Ha habido al menos dos explosiones más en ese barrio, incluido otro atentado con coche bomba en el que ha fallecido una persona, según ha informado la policía. En otro distrito de la capital, Kadamiya, un tercer coche bomba ha matado a cinco personas. Y en el de Mansur han perecido dos más en otro atentado similar. En total, 10 explosiones han sacudido la capital iraquí. Pero los atentados se extendieron también a Mosul, en el norte del país, y a Balad y Hilla, dos ciudades al norte y al sur de Bagdad, respectivamente, donde las comisarías de policía y los mercados de barrios chiíes han sido objeto de ataques.
Lugar de los atentados
Fuentes oficiales han asegurado a la cadena BBC que los objetivos de los ataques parecen ser policías, uno de los objetivos predilectos de los insurrectos. El pasado domingo, un coche bomba en una comisaría de policía mató a 19 personas. Pero los chiíes, marginados durante décadas pero ahora al frentel Gobierno, están en la diana de los grupos insurgentes suníes y de grupos afines a Al Qaeda.
La tensión y los atentados aumentan en Irak, inmerso en una de sus crisis políticas más graves tras la retirada de las tropas estadounidenses a mediados de diciembre. Horas después de esta evacuación de los soldados de Estados Unidos, los atentados y ataques contra objetivos chiíes comenzaron a crecer en frecuencia e intensidad. Fue en esos días de mediados de diciembre cuando el Gobierno emitió una orden de captura contra el vicepresidente del país, Tarek al Hashemi, líder del partido Iraquiya, una formación política que acoge a los suníes de Irak. El primer ministro, el chií Nuri al Maliki, está intentando que Al Hashemi sea entregado por las autoridades del Kurdistán, la región autónoma de Irak en la que se refugió el vicepresidente.

Algunas informaciones hablaban también de que se habían perpetrado ataques en las provincias de Salahadin, Diyala y Kirkuk. Una oleada de atentados que repite un patrón ya visto muchas veces en Irak, sobre todo cuando se celebran festividades religiosas chiíes que llevan a decenas de miles de peregrinos a las ciudades santas de Kerbala y Nayaf.

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