29 febrero, 2012

La amnesia electoral del PRI

Martín Moreno
“Que Calderón saque las manos de la elección presidencial”, protestan a todo pulmón los priistas. Vaya con el PRI: los mismos que ahora se indignan porque el Presidente panista mete la mano son aquellos que consintieron históricamente los ofensivos fraudes electorales ideados, instrumentados y ejecutados por el priato. Ya les dio amnesia.


Nada dijeron cuando, en 1986, se consumó el “fraude patriótico” (Miguel de la Madrid dixit) contra el PAN en Chihuahua.
Nada señalaron cuando, en 1988, el PRI le arrebató la Presidencia a Cuauhtémoc Cárdenas mediante —ésa sí— una verdadera elección de Estado.
¿Qué, no?
Allí está la confesión del ex presidente De la Madrid Hurtado —clara, rotunda e inobjetable— a la periodista Martha Anaya en el revelador libro 1988: El año que calló el sistema.
MA: ¿Y había que destruir a Cuauhtémoc y a sus seguidores?
MMH: Sí, porque no representaban un beneficio para el país. Yo estoy convencido de que hice bien en no dejarlos llegar.
MA: Entonces, ¿es una decisión de Estado?
MMH: Sí… (íbamos a defender el poder a como diera lugar).
MA: ¿Reitera a la fecha que usted ordenó no dar a conocer los resultados la noche del 6 de julio?
MMH: Sí, cuando yo supe que la votación venía muy contraria al PRI…
MA: En el mitin del Zócalo, la gente le pidió a Cárdenas que tomaran Palacio Nacional y él se rehusó. ¿Había orden de disparar y no dejar que tomaran Palacio?
MMH: Sí, di esa orden antes del mitin, el Ejército estaba acuartelado y pendiente.
Hasta aquí los fragmentos del libro de Martha.
Un fraude electoral no consiste exclusivamente en robar urnas o en rellenarlas con votos fantasma o en impedir el voto del contrario o en manipular cifras. Radica también en la actuación de autoridades electorales, en los presidentes de casilla, en el Tribunal Electoral federal, en los secretarios de Estado y en el Presidente de la República.
Y en ello consistió el fraude confeso del 88: en la intimidación del Presidente, evitando abiertamente divulgar las tendencias de la votación, utilizando al Ejército para disparar contra mexicanos en caso de que reclamaran el triunfo de Cárdenas al encaminarse hacia Palacio Nacional; en “defender el poder a como diera lugar”; en la autojustificación histórica falaz, ofensiva: “Hice bien en no dejarlos llegar”.
De la Madrid fue el principal orquestador del fraude electoral de 1988, junto con Bartlett, Salinas y compañía. Llamemos fraude al fraude.
Hoy, ese mismo PRI se queja de “intromisión del presidente Calderón en el proceso electoral”. Hipócritas históricos: callan sobre los confesos y consumados fraudes electorales del priato. Como en 86 y 88. Esos fueron de a de veras.
Y nada recuerdan ya sobre las intromisiones de Carlos Salinas de Gortari quien, por conveniencia a su proyecto político, despojó de triunfos electorales a Ramón Aguirre en Guanajuato y a Fausto Zapata en SLP —más allá de sus torpezas políticas—, para entregar las gubernaturas a aliados a Salinas, aunque militaran en la oposición.
¿Por qué no protestaron entonces contra la intromisión de Salinas?
Son ellos, los priistas. No cambian. Ni cambiarán.
LINCHADOS EN CHALCO. Reveladora la serie de reportajes que Yohali Reséndiz ha mostrado en Cadenatres Noticias sobre el linchamiento de tres jóvenes —dos menores de edad— el pasado 10 de febrero, en Chalco. De paso, ha desnudado los embustes Alfredo Castillo, procurador de Justicia del Edomex. 1) Dijo Castillo que los habían linchado por “motivos pasionales”. Mentira. Ni siquiera se sabe quién es la estudiante que el procurador señala como presunta causa del ataque. 2) “Los responsables son una familia de apellido Campa”. Otra mentira de Castillo, ya que ninguna familia se apellida así en San Mateo Huitzilzingo. En realidad son los Ramos Martínez o Ramos Esquivel los presuntos culpables. Les dicen “los Campa”, pero no se apellidan así. 3) “Uno de ellos fue llevado al Hospital General de Chalco”, dice el procurador. Una vez más engaña. Los habitantes declararon que los tres fueron quemados vivos y allí murieron. La policía llegó… ¡tres horas después! Además, el reportaje de Reséndiz ofrece un dato preocupante: los Ramos Martínez —hoy prófugos de la justicia— son parientes de la primera regidora de Chalco, Gema Ramos. A la incompetencia, el encubrimiento.
AMLO Y MEDIOS. Se queja López Obrador de que le están cancelando entrevistas. Puede ser. Pero él también las evita: desde hace cuatro años anunció que me daría una entrevista — junto con otros colegas— para mi noticiero dominical en Reporte 98.5 FM Grupo Imagen (2 a 4 pm) y, hasta hoy, no lo ha cumplido, a pesar de haberlo aceptado públicamente. La invitación, por supuesto, sigue abierta a AMLO. A ver si cumple su promesa.
NUEVO LEÓN. Que el gobernador se llama Rodrigo Medina. Que quien manda ahora está en la Ciudad de México.

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