29 febrero, 2012

Inflación en Argentina y semejanza a Venezuela

Por Iván Cachanosky
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina (INDEC) publicó el 13 de enero la inflación correspondiente al 2011 de Argentina. Según el INDEC, la inflación fue de 9,5% anual. Si bien la definición de inflación puede diferir de un autor a otro, lo que las cifras del INDEC revelan es el aumento de precios, con lo cual se analizará la inflación como el aumento generalizado de los precios. El problema con esta definición es que, si la oferta y la demanda de dinero crecen en proporciones iguales nada se modifica. Habrá precios más altos pero la gente seguirá comprando la misma cantidad de bienes.1 Sin embargo, como se mencionó, para este análisis se tomará la definición de “aumento generalizado de los precios”, ya que se estudiará la evolución de los precios.
Por otra parte, las consultoras privadas,2 brindan otros números de inflación mayores a los que publica el INDEC. Si comparamos la inflación que informa el gobierno con la de las consultoras privadas y con la inflación de Venezuela, Colombia, Chile y Brasil podemos observar el siguiente gráfico.
Inflación en Latinoamérica
El objetivo de la comparación entre estos países es mostrar el sendero que sigue América Latina, el camino que adoptó Venezuela y analizar qué camino sigue Argentina, ya que dependiendo cual inflación se crea verdadera se encuentra en un camino o en otro.

Observando el gráfico, podemos ver que hay dos “realidades”, por un lado está la alta inflación de Venezuela,3 por el otro lado, el resto de los países por debajo del 10% de inflación.4 En segundo lugar, se puede observar, que si se toma en cuenta la inflación de Argentina brindada por consultoras privadas hay una clara tendencia a que se asemeje a la de Venezuela. Es decir, en cuanto a inflación, América Latina se mantiene en una inflación menor a dos dígitos, mientras que Argentina y Venezuela parecieran ir por otro camino, el de la alta inflación.
Cabe aclarar que el hecho de que la mayoría de los países posean una inflación menor a la del 10% no quiere decir que sean un ejemplo a seguir, simplemente no es tan grave como el caso de Venezuela. Tener inflación, sea alta o no, no es recomendable para ningún país.
Volviendo al caso argentino, debido a la diferencia en los datos de inflación que brinda el gobierno con respecto a las consultoras privadas se analizarán dos temas. En primer lugar, mostrar porque los números que brindan las consultoras privadas son más creíbles y, en segundo lugar, a raíz de dichos datos, analizar si existen semejanzas entre Argentina y Venezuela.
Inflación argentina
Se podría objetar que Colombia, Chile y Brasil, que son los otros países representados en el gráfico, pueden estar distorsionando también sus datos. De ser así, también estarían convergiendo hacia Venezuela. En ese caso, no sería Argentina el único país con inflación alta. Es probable que existan distorsiones, sin embargo, difícilmente en el grado que se presenta en Argentina. Una prueba de ello es que el FMI pensó en sancionar a Argentina (y no al resto de los países) por los métodos de medición que utiliza el INDEC. Esta amenaza de sanción, daría un indicio de que Argentina distorsiona los datos en una magnitud mayor que la de sus pares latinoamericanos, si es que estos últimos lo están haciendo. Finalmente, el FMI decidió no aplicar las sanciones. El único país advertido en Latinoamérica fue Argentina.
Teniendo en cuenta este primer dato, pareciera ofrecer más credibilidad la inflación que marcan las consultoras privadas. Si se acepta el hecho de que Argentina posee una inflación alta como marcan los entes privados, entonces los productos en Argentina deberían ser más caros.
Para analizar si los productos tienden a ser más caros en Argentina se puede comparar la evolución de los precios con la evolución del tipo de cambio nominal y a su vez con el saldo de cuenta corriente. Fijando el año 2003 como año base (año en que asume Néstor Kirchner como presidente) se puede comparar los 3 datos mencionados en un mismo gráfico. La inflación tomada en el gráfico es la que publica el INDEC. Si se tomaran los datos de las consultoras privadas se agrandaría aún más la brecha entre inflación y el tipo de cambio nominal. Sin embargo se optará por tomar las cifras oficiales para mostrar que ni aún así el “modelo” está siendo consistente. El gráfico mostrará un claro deterioro del saldo de la cuenta corriente.
Inflación en Argentina, cifras oficiales
Para comprender de todo el gráfico, es importante distinguir entre el tipo de cambio real (TCR) y el tipo de cambio nominal (TCN). Podríamos simplificarlo con la siguiente ecuación:
Ecuación
Donde:
TCR = Tipo de cambio real
TCN = Tipo de cambio nominal
PI = Precio internacional
P = Precio
Existen dos maneras de modificar el TCR, una es variando el TCN y otra es mediante un cambio en los precios. Si aumenta el TCN (numerador) o disminuyen los precios (denominador), el TCR aumenta (se deprecia la moneda) y los productos domésticos se vuelven más baratos. En otras palabras, se ven favorecidas las exportaciones y desalentadas las importaciones. Si por el contrario, el TCR disminuye (se aprecia la moneda), ya sea porque disminuye el TCN (numerador) o aumentan los precios (denominador), se desalientan las exportaciones y se alientan las importaciones debido a que los productos domésticos se vuelven más caros. En cuanto a los precios internacionales no pueden ser manipulados por el gobierno doméstico. En pocas palabras, el TCR tiene una relación directa con el TCN y una relación inversa con los precios.
Es importante aclarar que el tipo de cambio depende de la comparación con otra moneda, con lo cual, la moneda doméstica puede estar estable y “apreciarse” o “depreciarse” dependiendo de lo que pase la moneda extranjera. Es decir, puede estar apreciándose o depreciándose la moneda extranjera y esto afecta en el precio doméstico. En síntesis, el TCR es relativo a lo que sucede con otra moneda, como precio relativo que es, no puede ser fijado por ningún gobierno, dependerá de factores externos a la economía local y podrá ajustar mediante los mecanismos mencionados en el párrafo anterior. Sin embargo, si la moneda extranjera devalúa, indirectamente la moneda local se vuelve más cara y a la inversa.
Dada esta ecuación podemos afirmar, que si el precio sube, es decir, si hay inflación, el TCR disminuye. Esto significa que los productos domésticos se vuelven más caros y se tiende a exportar menos e importar más. Si las importaciones superan a las exportaciones hay déficit en la cuenta corriente. Lo que el presente gráfico refleja es que la cuenta corriente, sobre todo a partir del 2009, comenzó a deteriorarse. El gráfico no evidencia que hay un déficit en la cuenta corriente, sino que las variaciones con respecto al año base tienden a desacelerar el saldo de la cuenta corriente del país. Este dato es de suma importancia, porque el “modelo” kirchnerista pretende favorecer el saldo de cuenta corriente y no lo está logrando.
Las cifras del deterioro de la cuenta corriente, también son oficiales del gobierno.5 Lo que está sucediendo es que las importaciones aumentan, y esto sucede debido a que los productos domésticos se encarecieron, es decir, hay inflación fuerte y por esa razón se buscan productos de otros países más baratos. El hecho de que en el 2009, el saldo de cuenta corriente se haya desacelerado tan bruscamente es una razón más para creer en los números de elevada inflación brindados por las consultoras privadas.
Por último, y a consecuencia del deterioro del saldo de cuenta corriente, que Argentina trabe las importaciones provenientes de Uruguay,6 evidencia un punto adicional para creer que el grado de la inflación ya es lo suficientemente considerable como para querer trabar las importaciones.
A continuación se volverá a reproducir el último gráfico pero agregando las variaciones porcentuales de la inflación estimada por la Fundación Libertad y Progreso tomando el 2003 como año base.
Inflación en Argentina, cifras L&P
El acelerado crecimiento que se observa en el gráfico de la inflación estimada por Libertad y Progreso, nos ofrece un escenario que puede complicar al gobierno en cuanto al saldo de la cuenta corriente.
En síntesis, se puede sostener que el deterioro del saldo de cuenta corriente, el llamado de atención por parte del FMI a la Argentina y la traba de importaciones recientemente aplicadas a Uruguay, reflejan un panorama de alta inflación, tal como lo patrocinan las consultoras privadas. Esta situación llevaría a que, en términos de inflación, Argentina transite el sendero de Venezuela y no el de América Latina.
Semejanza a Venezuela
En lo que respecta a la evolución de los precios, Argentina se encuentra en la misma situación que Venezuela alejándose de sus pares latinoamericanos, pero, ¿sólo en términos inflacionarios Argentina se parece a Venezuela? Las recientes leyes que Argentina promovió de papel prensa y antiterrorismo se asemejan a las políticas y estrategias autoritarias de Hugo Chávez. Ambas leyes salieron a los pocos días de que el kirchnerismo ganara las elecciones y consiguiera su tercer mandato consecutivo brindando una señal de poder con estas nuevas leyes.
Por otra parte, según el índice de libertad económica 2012 que presentó la Heritage Foundation, Argentina se encuentra en la posición 158 de 179 países en lo que respecta a la libertad económica. El informe muestra retrocesos en 6 de los 10 aspectos que analiza el índice. Los puntos en que Argentina vio un retroceso son: gasto del gobierno, libertad fiscal, libertad en los negocios, libertad en la moneda, libertad en el comercio y libertad en las inversiones. Teniendo en cuenta los 29 países analizados entre América Latina y Centroamérica, Argentina ocupa el puesto 27.
Venezuela por su parte, ocupa la posición 174 en el ranking de los 179 países y la posición 28 de los 29 países de América Latina y Centro América, solo una posición por debajo de Argentina. Ambos países entran en la categoría de “represivos”. Se ve que las similitudes entre Argentina y Venezuela no son por casualidad.
Conclusión
En síntesis, el creciente gasto del gobierno que señala la Heritage Foundation se encuentra en gran parte financiado por emisión monetaria, lo que produce el proceso inflacionario. Al aumentar los precios, el tipo de cambio real se aprecia alentando las importaciones y desalentando las exportaciones. De esta manera, el saldo de la cuenta corriente tiende a deteriorarse. De allí la insistencia del gobierno argentino en trabar importaciones. Como el tipo de cambio nominal no logra crecer más rápidamente que los precios, la cuenta corriente tiende a desacelerarse y se complica la factibilidad de alentar exportaciones.
Por otra parte, las nuevas leyes establecidas por el gobierno, como el control del papel prensa y la ley anti terrorista (entre otras), muestran una tendencia hacia el autoritarismo. Acciones de este tipo son las que llevan a que el índice de libertad económica de Argentina se deteriore asemejando al país a Venezuela.
Notas:
1. Ludwig von Mises definió la inflación aquella situación en que la oferta de dinero crece más que proporcionalmente que la demanda de dinero.
2. En este caso se tomará la inflación estimada por la Fundación Libertad y Progreso.
3. Los datos de Venezuela son sacados de “José Huerta Consultoría de Información”. Son cercanos a los que brinda el Banco Central de Venezuela.
4. A excepción de Uruguay que tuvo una inflación de 15,9%. Otros países como Bolivia, Paraguay, Ecuador y México presentaron una inflación menor al 10%.
5. Al día de la fecha se encuentra publicadas hasta el 2010.
El presidente de Uruguay afirmó que Argentina “tiene un proyecto industrialista bastante defensivo”, sin embargo no responde por qué Uruguay percibe mucho turismo de argentinos en su país.

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