Foto: AFP PHOTO/MARCELINO VAZQUEZ
“El gobierno de Estados Unidos sigue anclado en el pasado”, dijo Castro ante el Parlamento, y opinó que el Gobierno de Barack Obama mantiene su “inmovilismo” y “su ausencia de voluntad política para mejorar las relaciones” con Cuba.
Añadió que Washington “alienta a los sectores más reaccionarios a impulsar nuevas provocaciones y acciones de agresión” contra la isla, pero pese a ello “Cuba mantiene la propuesta de avanzar hacia la normalización de sus vínculos con Estados Unidos y desarrollar la cooperación en todas las esferas que puedan beneficiar a ambos pueblos”.
Desde que sustituyó en el poder a su hermano enfermo Fidel, en 2006, Raúl Castro ha propuesto varias veces a Estados Unidos sentarse a la mesa de negociaciones en un diálogo entre iguales, que respete la soberanía y la independencia de la isla.
Washington ha descartado cualquier entendimiento con La Habana mientras ésta mantenga su régimen socialista encabezado por Fidel y Raúl Castro.
“Con ecuanimidad y paciencia nos dedicaremos a cumplir los acuerdos del (VI) Congreso (del Partido Comunista, celebrado en abril), mientras transcurren las elecciones estadounidenses”, señaló el presidente cubano.
Tras las elecciones estadounidenses, “el bloqueo (aplicado por Washington desde 1962) continuará y se incrementará el financiamiento y los intentos de convertir a un puñado de mercenarios (disidentes) en una oposición desestabilizadora”, dijo.
Esa situación “no le inquieta a un pueblo revolucionario como el nuestro, instruido, armado y libre, que no renunciará nunca a defenderse”, añadió.
Cuba y Estados Unidos, sin relaciones desde 1961, mantienen un largo diferendo político, que según Raúl Castro busca destruir la revolución cubana y restaurar el “dominio sobre Cuba”.
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