28 diciembre, 2011

Mubarak vuelve al banquillo de los acusados tras dos meses de retraso en el juicio

Foto:FILIPPO MONTEFORTE / AFP
EL CAIRO, 28 dic (Reuters) - El presidente egipcio, Hosni Mubarak, acusado de la muerte de manifestantes y abuso de poder, fue conducido el miércoles en camilla ante el tribunal para la reanudación del juicio tras un retraso de casi dos meses.



Muchos egipcios esperan que el juicio cierre algunas de las heridas de su Gobierno autocrático y ayude al país a encontrar estabilidad tras casi un año de revueltas políticas bajo la gestión de los generales que lo reemplazaron en el poder.
Pero la multitud de testigos y la complejidad de los cargos conllevan que el proceso pueda durar meses, incluso años.
Mubarak, sus dos hijos, el exministro del Interior y altos oficiales de policía enfrentan cargos que van desde corrupción hasta implicación en la muerte de cientos de manifestantes en las protestas que lo derrocaron.
El exlíder, que está bajo vigilancia en un hospital militar cercano a El Cairo donde los médicos lo tratan de una dolencia cardíaca, fue conducido al tribunal en camilla, cubriéndose los ojos con el brazo y rodeado de policías.
Las sesiones anteriores estuvieron repletas de enfrentamientos afuera del tribunal entre seguidores de Mubarak y egipcios que exigen la pena de muerte para él, pero no hubo incidentes a la llegada de Mubarak el miércoles.
La creencia generalizada era que quería que su hijo Gamal lo sucediera en el cargo, pero ese plan quedó desbaratado cuando el descontento por la pobreza, la corrupción y la brutalidad de las fuerzas de seguridad egipcias provocaron que millones de personas salieran a las calles en enero.
Unas 850 personas murieron en las revueltas de 18 días que lo derrocaron, durante las cuales la policía usó supuestamente munición real contra los manifestantes desarmados. Buena parte del juicio se centra en saber quién dio la orden de disparar.
La imagen entre rejas de Mubarak, el hombre que gobernó el país más poblado del mundo árabe durante tres décadas, el pasado agosto ante un tribunal que podría condenarlo a pena de muerte fue uno de los momentos decisivos de la “primavera árabe”, que llevó a la caída de los dirigentes de Túnez y Libia.
El mes pasado, el juez principal, Ahmed Refaat, ordenó a las cámaras de televisión que salieran de la sala hasta que el caso concluyera, asegurando que el testimonio clave de los altos funcionarios tuviera lugar fuera de la vista de la opinión pública.
Los abogados que representan a las familias de los muertos en la revuelta presentaron una demanda en septiembre pidiendo que Refaat y otros dos jueces sean reemplazados.
La principal queja fue que los jueces no les habían dado tiempo suficiente para interrogar al mariscal de campo Mohamed Hussein Tantawi, quien lidera el consejo del Ejército que gobierno ahora Egipto, durante su aparición en la corte. Su pedido fue rechazado.

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