Al menos 40 civiles han muerto este lunes, entre ellos dos menores, en distintas provincias de Siria por la represión de las fuerzas leales al régimen de Bashar Asad, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El grupo destacó que se registraron trece muertos en la provincia central de Homs, once en Deraa (sur), nueve en Idleb (norte), tres en Damasco, tres en Dir Zur (este) y uno en Hama (centro).
A estas víctimas civiles se suman decenas de desertores del Ejército sirio que fueron asesinados también este lunes cuando intentaban huir de su base y unirse a la revuelta contra el presidente, Bashar Asad, según ha denunciado el mismo Observatorio.
Según el grupo, con base en Reino Unido, supervivientes al ataque explicaron que las fuerzas sirias atacaron a los desertores con fuego de ametralladora. Uno de los supervivientes explicó que entre 60 y 70 desertores fueron asesinados.
Según el OSDH, los hechos se produjeron en la provincia de Idleb (noroeste) en las localidades de Kansafra y Kafr Awid.
Los enfrentamientos sangrientos entre el ejército y los desertores se han multiplicado en las últimas semanas, sobre todo en Idleb, Homs (centro) y Deraa (sur), los puntos calientes de la protesta contra el régimen.
"Se trata de una fuerte señal de la comunidad internacional a las autoridades sirias para que detengan la violencia", aseguró el embajador alemán ante la ONU, Peter Wittig, al defender la resolución, que obtuvo el visto bueno de 133 países, mientras que once votaron en contra y 43 se abstuvieron.
Se da la circunstancia de que este lunes Damasco, tras un comportamiento vacilante durante semanas, ha firmado tal y como le pedía la Liga Árabe la autorización para la entrada en Siria de observadores árabes, en el marco del plan de salida a la crisis árabe.
La decisión de Damasco se producía unos días después de que Rusia frenara su defensa férrea de Asad y anunciara en Naciones Unidas estar dispuesto a que el Consejo de Seguridad trate la represión siria.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), que representa la mayoría de corrientes de la oposición, acusa al régimen sirio de "maniobrar" al aceptar el plan árabe y ha reclamado la intervención de fuerzas de disuasión árabes.
Desde que comenzaran las protestas a mediados del pasado marzo, más de 5.000 personas han muerto en Siria por la represión del régimen, según las últimas cifras oficiales de Naciones Unidas.
El grupo destacó que se registraron trece muertos en la provincia central de Homs, once en Deraa (sur), nueve en Idleb (norte), tres en Damasco, tres en Dir Zur (este) y uno en Hama (centro).
A estas víctimas civiles se suman decenas de desertores del Ejército sirio que fueron asesinados también este lunes cuando intentaban huir de su base y unirse a la revuelta contra el presidente, Bashar Asad, según ha denunciado el mismo Observatorio.
Según el grupo, con base en Reino Unido, supervivientes al ataque explicaron que las fuerzas sirias atacaron a los desertores con fuego de ametralladora. Uno de los supervivientes explicó que entre 60 y 70 desertores fueron asesinados.
Según el OSDH, los hechos se produjeron en la provincia de Idleb (noroeste) en las localidades de Kansafra y Kafr Awid.
Los enfrentamientos sangrientos entre el ejército y los desertores se han multiplicado en las últimas semanas, sobre todo en Idleb, Homs (centro) y Deraa (sur), los puntos calientes de la protesta contra el régimen.
La ONU condena la situación
La Asamblea General de la ONU adoptó este lunes por una amplia mayoría una resolución en la que condena la situación de los derechos humanos en Siria y pide el fin de la represión contra los manifestantes, que se ha cobrado más de 5.000 muertos según los cálculos del organismo internacional."Se trata de una fuerte señal de la comunidad internacional a las autoridades sirias para que detengan la violencia", aseguró el embajador alemán ante la ONU, Peter Wittig, al defender la resolución, que obtuvo el visto bueno de 133 países, mientras que once votaron en contra y 43 se abstuvieron.
Nueve civiles y tres soldados muertos
Este mismo lunes, la OSDH ha informado de la muerte de tres soldados del ejército regular con los desertores en Kansafra, donde cuatro civiles han sido asesinados por las fuerzas de seguridad.Se da la circunstancia de que este lunes Damasco, tras un comportamiento vacilante durante semanas, ha firmado tal y como le pedía la Liga Árabe la autorización para la entrada en Siria de observadores árabes, en el marco del plan de salida a la crisis árabe.
La decisión de Damasco se producía unos días después de que Rusia frenara su defensa férrea de Asad y anunciara en Naciones Unidas estar dispuesto a que el Consejo de Seguridad trate la represión siria.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), que representa la mayoría de corrientes de la oposición, acusa al régimen sirio de "maniobrar" al aceptar el plan árabe y ha reclamado la intervención de fuerzas de disuasión árabes.
Desde que comenzaran las protestas a mediados del pasado marzo, más de 5.000 personas han muerto en Siria por la represión del régimen, según las últimas cifras oficiales de Naciones Unidas.
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